Aaah el año casi se acaba, las decoraciones de Halloween y la ofrenda de Día de Muertos ya están guardaditos, mientras tanto las plazas ya están totalmente decoradas con Navidad… y eso solo significa una cosa… época de excelentes videojuegos. Amada por los hombres, odiada por sus novias.
Esa época en que los hombres nos preparamos para salvar al mundo de los Locust, pelear en la Tercera Guerra Mundial, detener al Guasón, ser un Asesino o salvar Hyrule. Mientras que las mujeres se preparan para enfrentar al terrible enemigo que vuelve en zombies a sus novios.
Y al menos que tengan una novia comprensible como la mia, los videojuegos serán una constante en las discusiones. Así que… ¿qué hacer para evitar estos conflictos?
La respuesta más obvia… jugar cuando ellas no están… duuuh. Aprovechar esos ratos para jugar y avanzar lo más que podamos, pero seamos honestos, a veces esos momentos son pocos y los juegos muy buenos. Las ansías nos consume y queremos acabar el juego, y cuando llega el momento de pasar al multiplayer en línea, esos ratos libres apenas si alcanzan para una partida. 
Y es cuando empezamos a ser "multitask" de una manera muy… primitiva… jugar mientras estamos en una llamada con ella. Lo cual no resulta del todo bien, pues nuestra atención está dispersa, lo que se traduce en no hacerle mucho caso a la novia y en jugar como todo un n00b… Desventaja de ser hombre… no ser multitask…
Quizás la mejor solución es… hacer que la novia juegue. Así es que juegue, antes esto de los videojuegos parecía cosas de geeks, pero ahora hay juegos para todos, así que será solo cuestión de tiempo para que ella le agarre el gusto.
Si ella no es de videojuegos puedes iniciarla en juegos que se vean "amistosos", cualquier juego de Mario es bueno, dado que ahí nos iniciamos muchos, además gracias a que este plomero le hace de todo, encontraremos juegos como Mario Kart, Mario Party, Mario Tennis, Mario *inserte deporte aqui*.
Igual tenemos a Little Big Planet un juego bastante sencillo y que tiene ese gran plus de personalizar a Sackboy. Juego que nunca falla Guitar Hero o Rockband, a todos nos gusta hacernos los músicos. Y gracias al Wii, Kinect y Move tenemos una gran variedad de juegos que nos hacen lucir ridículos pero que son buenos para llevar a la novia al mundo gamer.
Algo que me ha funcionado con Whitewolf, y en parte por que ella le gusta jugar, Street Fighter IV o Marvel vs Capcom 3. Como sabemos estos juegos de peleas son bastante adictivos y estos traen esos duelos 1 vs 1, así que además de pasar un buen tiempo, sirve para arreglar esas discusiones con la novia.
Y si ven que ella le está agarrando gusto a esto de los juegos y eres de los que disfruta los Shooters, puedes ya dar ese paso y adentrarla al mundo de Halo, Call Of Duty o incluso Gears Of War.
En vez de que los videojuegos se vuelvan un motivo de pelea, hay que hacer que se vuelva una forma más de convivir con la chica que hace que pongamos pausa a los juegos solo para poder hablar con ella.
Empecé a ver una serie esta semana que me recomendaron mucho How I met your mother, la cual de hecho también recomiendo, esta chistosona, y te sientes identificado de una u otra manera con los personajes. Viendo esta serie, un capitulo en especial en que Ted (soltero que desesperadamente quiere casarse) conoce a “la mujer de sus sueños” pero ella solo quiere ser 
Si tuviéramos un switch en el corazón ¡imagínense! ¡el mundo seria otro! te das cuenta que te estas enamorando, todo va perfecto cuando ups… El pendejo te puso el cuerno… Switch OFF! Ok bye! lalala y sigues feliz por tu vida sin ese dolor interno. Poniendo otro ejemplo: él es el hombre perfecto, es lindo, te trata como lo mereces, es leal, fiel, te hace reir, es inteligente y guapo, pero UPS! es tu mejor amigo… Switch ON! *Inserte aquí campanas de boda* y vivieron felices para siempre. 
perfecta, sin errores, sin dolor, sin caidas? Suena bien, lo se, pero cada caída, cada golpe, cada cicatriz con la que cargamos nos deja una marca, nos enseña a vivir, a disfrutar la vida, o mejor ¡a disfrutar el momento! Porque no todo siempre es rosa, no siempre hay luz, porque si fuera así no sabríamos distinguirla, no sabríamos que estamos muy felices si nunca hemos estado tristes, ni tampoco sabríamos que estamos enamorados y que vale la pena, si nunca te han roto el corazón. Siempre debe haber un equilibrio y nosotros somos quienes ponemos los limites de ese equilibrio. 